Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; cuando los demás se levantaron por la mañana, he aquí, todos eran cadáveres.
Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento y regresó a Nínive (2 Reyes 19:35-36)
No hay comentarios:
Publicar un comentario